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miércoles, 2 de mayo de 2012

ADORNO INTERIOR



Mientras para algunas personas, el decorar sus casas no es un asunto que les produzca el más mínimo interés, para otras, este tema puede convertirse en toda una obsesión, cuando incentivados por los canales de televisión especializados y las revistas de moda, se dan a la tarea de remodelar sus ambientes hasta que luzcan impecables y cómodos. Sin embargo no siempre la elegancia y la buena estética de un hogar, son la garantía que sus moradores van a deleitarse con el bienestar y la armonía, pues aunque la decoración puede ayudar, la calidez de un lugar no depende de la esplendidez de su entorno, sino de la gentileza y amabilidad de quienes lo habitan.
Si le preocupa la estética o el diseño de su casa, y se compara con las tendencias de moda, no permita que esta circunstancia le haga perder el sueño, ya que puede hacer de su casa el sitio más acogedor del mundo.

AMIGO APROBADO


En el film "El niño de pijama de rayas", se cuenta la historia de un niño alemán de 8 años que durante la guerra, vivió en un campo de exterminio nazi. Este niño siente curiosidad por conocer acerca de las personas que, desde su casa, observa trabajar y que se visten con ropas a rayas.

Se aventura a salir y llega hasta el lugar, iniciando una admirable amistad con un niño judìo de su edad. Tanto se identifica con él, que obtiene la vestimenta necesaria para entrar al campo. Al no ser reconocido como hijo del jefe alemán local, muere con su amigo.


Esta conmovedora historia me planteó el interrogante sobre hasta que medida estamos dispuestos a acompañar a quienes sufren. Podemos hallar muchos compañeros en la hora de la diversión, pero pocos en los momentos difìciles.